Cuando no crece el bíceps

Y es que puede que sea el más buscado de todos los músculos del cuerpo, una cuestión que obsesiona a muchos, dentro y fuera del culturismo y que no siempre tiene la ansiada respuesta por parte del cuerpo…

Muchos artículos se han escrito sobre por qué no se puede llegar a desarrollar un músculo que, en realidad, no debería de dar más problema del simple hecho de darnos cuenta de que en si mismo, es uno de los músculos menores de los grupos musculares en que dividimos al cuerpo humano a la hora de entrenarlos en el gimnasio.

Es decir, no podemos comparar nunca el tamaño que conseguimos en el bíceps con otros como las piernas, glúteos, la espalda,etc… Pero esto no hace que muchos lleguen a consolarse porque les obsesiona tanto que pierden la perspectiva. A partir de aquí hay que aplicar las normas que nos señalan cuando es posible que los músculos crezcan; y esas son 3 (entreno, alimentación y descanso). Si algunos músculos se desarrollan en el cuerpo y el bíceps no lo hace, la respuesta parece fácil: tu técnica al realizar los ejercicios no es la correcta o simplemente estás haciendo demasiados ejercicios o demasiadas veces a la semana.

En el caso de que consigas determinar que es la falta de técnica, lo que suele pasar en el 90% de las ocasiones, debemos ser conscientes de intentar reparar este fallo. Y para ello tenemos los siguientes consejos:

  • Haz el ejercicio más lento. Los recorridos rápidos suelen tener como finalidad terminar lo antes posible y muchas veces esto hace que te ayudes de rebotes y de inercias, incluso con balanceos del resto del cuerpo. Evita esto porque todo esto nombrado antes hace que el bíceps trabaje menos, y si trabaja menos, evidentemente se desarrollará menos.
  • Recuerda que has de flexionar el codo. La función principal del bíceps es flexionar el codo (y supinar el antebrazo es la secundaria); es por ello que aunque parezca una obviedad, muchas veces no lo realizamos porque los recorridos de las repeticiones no son completos. Mi recomendación es además, detenerte justo al comienzo y al final de cada parte (positiva y negativa) de cada repetición, esto hará que el bíceps trabaje duro.
  • Aguanta el dolor. Conforme vayas completando repeticiones, el ácido láctico producido en el interior del músculo hará que vayas notando esa quemazón que, a veces, no es fácil de soportar pero que son las sensaciones que te transportarán al siguiente nivel de desarrollo físico. Has de mejorar en el esfuerzo y este puede ser un indicativo de que llegas o no al nivel requerido.
  • Usa menos kilos. Y es que en nuestro deporte a veces, el gran problema es querer mover muchos kilos, demasiados… tanto que perdemos la participación del bíceps obligando que otros músculos intervengan. Te recuerdo que no somos levantadores de potencia, somos culturistas!
  • No muevas el codo. Y esto es esencial, tanto que se han ideado hasta bancos, como el Scott o predicador para evitar que esto ocurra. Cuando mueves el codo hacia delante, esa acción NO la realiza el bíceps, la hace el hombro… y como te podrás suponer eso no hace que el bíceps se desarrolle, antes al contrario; lo anula.

Un ejemplo de rutina para alguien que lleve 1 o 2 años entrenando podría ser, Curl de concentración sentado 3 x 12 y un curl 21 con 3-4 series. Si llevas 5-6 años o tienes un respetable tamaño de bíceps, podrías plantearte terminar con dos series de un curl de bíceps en polea. Y si seguimos lo que has leido antes, seguro que terminan por crecer!!