El juez del deporte del culturismo

Para muchos, el juez o árbitro de cualquier deporte viene a ser como el malo de la película. Pero sin embargo para los que los conocemos ( y/o lo somos), pocas personas intervienen en este deporte con tal ánimo de ayudar.

Y es que muchos de los mismos jueces cuando antes era atletas tenían esa misma idea preconcebida en la cabeza. Los que deciden quienes ganan y quienes pierden, reciben automáticamente una responsabilidad que les hace ser los personajes antipáticos del deporte.

Y sin embargo son tan imprescindibles como los mismos competidores.

Sin jurado, no hay campeones; sin jurado, no hay feedback válido; sin jurado, no se aplican las normas de manera eficiente, no se produce el desarrollo del evento, no hay garantías de sistemas de puntuación y de participación adecuadas. Y es que algo que parece tan fácil, es una figura que ha de ser entrenada durante meses e incluso años hasta llegar a tener el nivel adecuado para la entidad de la competición en cuestión.

Son muchos los que piensan incluso, que solo deberían de ser jueces los que han dejado de ser competidores, algo que personalmente no comparto para nada; puesto que para ser un buen atleta hay que ser bueno entrenando y haciendo dieta y sin embargo, para ser buen juez, hay que comprender los criterios, tener muy buena vista y tener también capacidad de análisis.

En mi carrera me he encontrado con personas que nunca han competido y que son excelentes jueces, mucho mejores que otros que han sido campeones internacionales. Y de entre los campeones que pasan a ser jueces, los hay malos, buenos y mediocres, como en cualquier otro ámbito de esta vida. El que piense que dar respeto por haber sido buen competidor, muchas veces de manera bien merecida, con la eficacia a la hora de juzgar, se confunde totalmente. De hecho el respeto que se ha ganado es como competidor, aunque probablemente la otra persona se lo ha ganado como juez… Desgraciadamente, a veces no se consigue tener el mismo reconocimiento por el hecho comparativamente hablando de ser atleta de éxito frente a un juez.

La figura del juez debería ser mejor respetada, tendríamos que ponernos alguna vez en su lugar y por empatía podríamos llegar a entender que es una posición muy criticada, incomprendida… Pero que es, como dije anteriormente, totalmente necesaria para la competición. Alguien que sin esperar nada a cambio pasa fines de semana fuera de su casa, a veces sola, e incluso costándole el dinero…algo que no se encuentra habitualmente y de ahí que se le deba cierto reconocimiento.

Un juez pasa por niveles regionales, luego pasa con un cierto número de competiciones a acceder al examen de Juez Nacional y a su vez, después de un seguimiento por parte de sus Presidentes nacionales de competición, pueden dar el salto a la internacionalidad. A pesar de ello, la misma responsabilidad se le pide cuando juzga un campeonato Provincial, que cuando trabajan en el Cto de Europa. Todos han de seguir los mismos procedimientos, los mismos escrutinios e incluso los mismos formularios y cuestiones estadísticas.

Recordemos algo que suele ser poco sabido entre competidores y entrenadores, las notas altas y bajas desaparecen de la nota final; dependiendo del número de jueces, en el panel son 1, 2 o 3 más altas y las 1, 2 o 3 más bajas. Que los jueces no dan puntos sino plazas de primero a último, y que, tras un procedimiento estadístico produce una puntuación, el que menor puntuación tenga será el campeón.

He aprendido mucho de charlas con buenos jueces de este deporte, pero sin lugar a dudas ha sido muy útiles los seguimientos, seminarios y convenciones que suelen hacerse para jueces donde se aclaran dudas, donde se ponen imágenes y ejemplos a las diferentes cuestiones tanto normativas como de criterios de juzgamiento.

Y es que un juez está en continuo proceso de aprendizaje, de superación personal, de experiencias observando campeonatos ( ya sea sentado ejerciendo o simplemente como espectador). Algo que no es ta sencillo y que hace que el competidor entienda que se usan los criterios usando la lógica de las normas. Una de las cosas que siempre he intentado inculcar en competidores y entrenadores es acudir a estos mismos seminarios, que suelen estar abiertos a todos, para que reciban de primera mano las directrices de las diferentes modalidades y para que, sobretodo, para que atletas o entrenadores den una respuesta del tipo «para que voy a ir, si eso no vale para nada, yendo a dos campeonatos y viendo el instagram ya lo sabes todo»….

Qué fácil es echar la culpa a los jueces porque su alumn@ no queda como le había prometido el entrenador después de sacarle no sé cuanta cantidad de dinero…Y qué bien queda hablar en las redes sociales de cómo ejercen los jueces cuando nunca jamás han ejercido de juez o siquiera saben sus procedimientos…Porque no tienen ganas de acudir a un seminario.

Y es que no es tan fácil todo lo que tenga que ver con el juez y su trabajo en un campeonato. Pero no por ello dejas de tener la satisfacción de ayudar al deporte que amas, desde un puesto del que no recibes dinero si no la mayor parte de las veces incomprensión…

Bajo mi punto de vista, al juez, se le debe respeto y reconocimiento, algo que sin duda no es frecuente que suceda.

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