Editorial Nov08; La madurez del guerrero
De manos del culturista y preparador Israel Mora un interesante escrito que reflexiona acerca de la razón por la que cada día los que llevamos muchos años en esto, seguimos aquí. Los veteranos en este deporte sabemos que a veces resulta dificil levantarse y de nuevo, entrar en el gym con la determinación necesaria para seguir un día más, mantener la llama encendida.
LA POESIA DEL GUERRERO: LA MADUREZ DEL GUERRERO
El reflejo de mi cuerpo en los espejos de las salas de aniquilación a las que lo he conducido estos años, atrincherado tras los hierros, hace ya mucho tiempo que comenzó.
Y ahora desde la reflexión que mis años y el cambio, que este obligado trance al que llamamos tiempo, me permite y me obliga a experimentar, vuelvo a vosotros lectores para narrar la aventura del hierro.
La mía propia; que no es otra al final que la de cada uno de nosotros, eremitas del acero, pero con las peculiaridades y el polvo único que cada cual adquiere en su periplo personal. Ese devenir me ha conducido a las tierras del hastío, de la desesperanza, a momentos de duda; parafraseando el argot pugilístico, intentar arrojar la toalla a veces….
Luego en los momentos introspectivos tirando la mirada atrás, recuerdo con nostalgia cuando la pulsión animada de la testosterona adolescente de un joven culturista que quería coronarse Mr. Olimpia un lejano día, dejó paso a la madurez contemplativa del deportista consagrado.
Y me hago la siguiente reflexión:
Consagrado; la palabra acude a mis labios, la palabra mágica; la que abre las puertas a una definición de plenitud; de consecución, de realización personal. Consagración. A menudo la empleamos cuando los triunfos pueden jalonar tal afirmación.
Pero, ¿qué ocurre cuando es la derrota la compañera de esos años, meses, días y horas pasados a solas ( nacemos solos; vivimos y morimos solos, y por supuesto entrenamos solos, aunque algunos tengan la suerte de tener, ya sea físico o interior, un demonio en su hombro gritándole que empuje una vez más) con las barras y las mancuernas, mirando hacia nuestro interior buscando la pregunta adecuada a la respuesta que ya conocemos?
¿Qué hacemos aquí?
Consagrado no define el éxito o cierto cúmulo de trofeos de un competidor. Aunque es cierto que de momento las estanterías pueden llenarse de sueños cumplidos y alimentar la motivación. Luego el tiempo se encarga de oxidarlos.
No. Consagrado es el bautismo de fuego: es pasar la barrera: el cruce de caminos, el devenir del guerrero; su despertar. El grial de nuestra cruzada. Es continuar cuando ya no buscas la victoria; cuando cesó la motivación de conseguir un trofeo o estos no llegan. Es cuando el premio por otra serie más con las articulaciones machacadas por años de auto tortura, es solo personal y solo nosotros lo entendemos.
En ese instante y solo entonces, el culturista toma consciencia de si mismo y sabe que continuará hasta morir, si es preciso, en el campo de batalla con las botas puestas.
“Este artículo está dedicado a todos aquellos, guerreros solitarios, jinetes pálidos del mundo, que cabalgan solos acompañados de su miedo, en busca de un sol que nunca alcanzarán, y que de hacerlo se quemarían, pero aun así no abandonarían su montura.”
Citas:
“Es muy triste que un hombre llegue a su edad adulta y luego a su senectud sin haber podido contemplar la grandeza de la que es capaz su cuerpo.”
-Sócrates-
“Cualquier hombre debería al menos una vez en su vida hacer algo, conseguir algo que lo haga sentirse lo más parecido a un dios. La victoria es uno de esos sentimientos.”
– Gene Hackman- hoossiers
A mis hermanos del hierro, donde quiera que estén…
“Cualquiera puede ganar un campeonato, pero el autentico campeón esta en nuestro corazón.”
Por: Israel Mora Figueroa
6-5-2007