Sudas mucho entrenando?
Son varios factores los que explican por qué hay veces que se suda y otras apenas, o gente que suda muchísimo y otras apenas lo hacen…
Y es que todo depende de las condiciones climáticas, de lo duro que entrenemos y del equilibrio hídrico de cada uno de nosotros.
Pero intentemos entender por qué sudamos. El sudor no es más que el principal sistema por el cual el organismo consigue perder calor. Vaya por delante el recuerdo de que nosotros, como casi todos los mamíferos tienen la sangre caliente a una determinada temperatura. En humanos esta se encuentra normalmente entre 36-37 grados. Incluso, recordemos, este factor está cubierto normalmente por la quema de ácidos grasos (grasas) en un tipo de adipocito especial (Tejido adiposo marrón). Hasta aquí nada que no sea muy nuevo. Pero, cómo actúa el cuerpo cuando por las causas que fueran, producimos más calor del que debemos? La causa normalmente es producir más energía que en reposo cuando practicamos una actividad, y por ello se dispara la temperatura media en nuestro organismo.
Aquí es cuando el cuerpo aprovecha una propiedad que tienen los líquidos; en física se conoce que cuando un liquido se evapora la superficie en contacto con ese líquido pierde calor (por lo tanto, se enfría). O dicho de otra manera el sudor necesita adquirir calor para poder evaporarse, en este caso lo adquiere del propio organismo (piel o del propio líquido sudor). De esta manera el propio cuerpo humano reduce la temperatura e intenta conservar sus 36-37 grados. Obviamente para que la evaporación sea más abundante se precisa un grado de humedad relativa del aire en ese momento alrededor del cuerpo, si éste es elevado la evaporación es más lenta e incluso por ello la sensación de calor es más elevada. Dado que los mecanismos que hacen enfriar nuestro cuerpo no funciona al ritmo deseado.
Existe otro mecanismo por cierto, secundario, que el cuerpo usa para poder perder calor que es irradiar lo máximo posible la sangre de nuestro cuerpo (que es la que a modo de líquido del radiador actúa calentando) y que cuando hace mucha calor intenta hacer lo contrario, enviando a las extremidades (inferiores y superiores) a perder calor por ser las más alejadas partes del cuerpo (la periferia) que también es, curiosamente, las que cuando hace frío el cuerpo deja de calentar para concentrarse en el tronco. y cabeza. De ahí que cuando haga mucha calor se nos hinchen las manos y pies con facilidad.
Una vez explicados estos dos mecanismos de pérdida de calor por parte de nuestro cuerpo. Debemos entender que si durante el entreno perdemos mucho líquido (hay quien piensa que es posible una pérdida de 2-3 litros por hora) nuestra efectividad como máquina que soporta un trabajo, se va a ver resentida; si pierde tan sólo un 5% de nuestro peso en un 15% de esa eficiencia. Esto lo conocen bien aquellos esfuerzos deportivos o incluso laborales que por las especiales condiciones climáticas hacen que se pierda mucho sudor en poco tiempo. De hecho, su principal preocupación es la recuperación de todo lo que perdemos por el sudor (agua principalmente pero también minerales).
La maratón, el ciclismo, el triathlón etc…. tienen su prioridad principal en la rehidratación y la entrada de los minerales que se pierden por el sudor para que el cuerpo no pierda efectividad de trabajo. La industria de las suplementación deportiva de hecho, nació con esta obligación y en 1969 se formuló la primera bebida isotónica que conseguía reconducir este problema.
Pero, sin embargo, es difícil ver que se recomiende en el mundo del culturismo las bebidas isotónicas, por qué es esto así?
1 – Porque si entrenas en un clima templado/fresco como por ejemplo si lo haces en agosto pero con aire acondicionado, tu cuerpo no sudará tanto como si lo haces con 35-40 grados de temperatura. Con lo que, en la realidad, esto suele pasar más en muchos sitios de España sobretodo en verano, pero no en todos.
2 – Porque si tú bebes poca agua normalmente tu cuerpo se encontrará en un estado de alarma y con la imperiosa necesidad de conservar hasta el último mililitro de agua, nuestro cuerpo intentará usar otros sistemas de pérdida de calor que no sean el sudor.
3 – Porque tu intensidad entrenando no es la correcta. Si entrenas piernas o espalda y nunca sueles sudar, probablemente esto significará que tienes mucho margen para entrenar más duro y esto, a menos que seas un principiante con menos de 6 meses de entrenamiento, no es nada recomendable si quieres mejorar en este deporte.
4 – Porque estés entrenando un grupo muscular pequeño o con un descanso propio de una rutina de fuerza y no de congestión. Es decir no creo que debas sudar a chorros cuando entrenas bíceps o cuando descansas 4 minutos entre series que además son de 3-5 repeticiones.
5 – Si efectivamente sudas de manera abundante, quizás hay que plantearse una bebida isotónica, y quizás incluso mejor fruta. Fruta que hace recuperar líquidos de manera abundante si es melón, sandía, limón, naranjas, plátanos, dátiles, etc…. además de beber agua. Con lo que tu batido de proteínas y de hidratos han de tener en cuenta que esto tiene prioridad, una vez resuelto el problema del agua, entonces tomamos proteínas y carbohidratos siempre teniendo en cuenta que si has usado bebidas isotónicas estas ya contienen hidratos.