Dietas Yo-Yo

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Dietas Yo-Yo

Un fenómeno que ocurre anualmente en las fechas de primavera justo antes de empezar el verano y con él, asumir que hay que pasar tiempo con poca ropa y aquí empiezan las prisas.


Dietas  Yo-Yo

dLo vemos todos los años. Acaba el invierno y cada vez más rápido, las temperaturas se elevan hasta tal punto que el verano asoma de repente y casi sin avisar: «hay que ir a la playa!». Choque psicológico; nos probamos la ropa de baño y no entramos!! Alarma. Te miras al espejo para confirmar por qué a ti no te parece que te hayas pasado tanto durante el invierno… Pero están ahí; esos michelines asoman rebosando los bordes de la ropa. Dios mio!! Y ahora qué hago?

A partir de este punto hay diferentes respuestas: hay quien se acuerda de cuando era joven y no tenía este problema (momento melancolía), hay quien piensa en apuntarse al gimnasio lo antes posible para ver si hay remedio aún (los preverano que inundan nuestros gyms), hay quien se autoconvence y piensa «tienes que aceptar como eres», los hay que dan crédito a tal o cual dieta que han oído que funciona… Y de estos últimos se nutre el siguiente artículo que en fisicos21.com puede parecer algo fuera de lugar ya que a nosotros los culturistas, este tipo de cosas no nos suele pasar.

A pesar de ello es útil conocer qué ocurre con ellos.

Para comenzar pensemos en qué factores han hecho posible una subida de peso estacional, reduciéndolos a los mínimos imprescindibles vemos que es lo de siempre, por un lado una ingesta incorrecta ( y no por ello mucha comida) y por otro inactividad física. Juntamos los dos factores y nos da el resultado total; sobran calorías y por tanto el cuerpo las almacena en forma de grasa, preferentemente en dos lugares: en una capa subcutánea proporcional en todo nuestro cuerpo y lo que prefiere nuestro organismo, acumularlo en una zona determinada genéticamente, los que siguen el patrón masculino lo harán en la barriga y los laterales y zonas traseras a los lados de la base de la columna.; en los que siguen el patrón femenino, el bajo vientre, los muslos especialmente en la zona interior y los glúteos. Nada nuevo, me temo.

El problema viene determinado porque para que una dieta haga efecto sin actividad física acusada, y suele ser así, no te engañes porque si tuvieras una actividad importante no habrías subido de peso, hay que restringir bastante las calorías. Cuanto? Esto es objeto de otro artículo que ya estoy preparando… Digamos a grosso modo que si no tienes un gran consumo calórico por la cantidad de energía que gastas no nos queda más remedio que bajar el consumo de calorías. Alguno podría plantearse: Y para bajar hay que comer siempre menos de lo que se gasta? la respuesta desgraciadamente es, en la inmensa mayor parte de los casos, SI.

Así que, asumido que vamos a hacer una dieta en la que comamos menos de lo que gastamos (hipocalórica), no nos queda más remedio que buscar cual será la mejor. Para unos la que han visto que su «amigo» le funciona, para otros una franquicia, médicos o la típica dieta milagro que te promete no se cuantos kilos de menos en un mes. Sea la que sea, si te hace perder peso en gran medida, desgraciadamente suele ser el ejemplo perfecto de lo que es una dieta Yo-Yo.

dAnalicemos, este tipo de dieta para que sea tan espectacular, suele ser debido a los grandes desequilibrios entre el gasto y el consumo de energía por parte de la persona que la quiere hacer. Y claro, como hemos dicho antes, el consumo de energía de esa persona suele ser bajo, debido a una comportamiento sedentario e inactivo. Lo que quiere decir es que si gastas poco y quieres perder mucho y rápido tienes que comer POQUÍSIMO!!

Y aquí viene parte del problema. Para aguantar la presión psicológica que crea una dieta donde se coma realmente poco, y aquí me da igual si es la típica de franquicia de 3 veces al día o la del aguacate de la revista de turno, hay que suponer que no se puede estar muuuuuucho tiempo realizándola. Porque como podrás comprender no se soporta tan fácil. Claro que también lo has hecho por eso, por ser rápida en tener resultados.

Veamos lo que ocurre metabólicamente hablando. Tenemos a una persona que gasta pocas calorías y que quiere bajar mucho y rápido, por lo tanto empieza a consumir poquisimas calorías. Qué le ocurre a su cuerpo? Lógicamente, que baja de peso. Y aquí tendremos que observar cuanta cantidad de peso hay que bajar supuestamente para que esa persona esté conforme. Aunque para el caso es lo mismo. Y segundo tendremos que asumir una cosa que explicará el efecto de este tipo de dieta a medio plazo. Nuestro cuerpo, cuando restringimos drásticamente las calorías que consumimos, se coloca en «modo alerta» y desgraciadamente para lo que algunos piensan empieza a adoptar medidas para economizar funciones con el objetivo de gastar aún menos calorías. Por qué hace esto? Para seguir vivo… Durante generaciones el homínido ha pasado tanta hambre que el cuerpo ha sabido gastar más cuando había comida y gastar menos cuando no la había… y aquí observamos lo siguiente.

dPongamos un ejemplo, una chica de 22-23 años que gasta en condiciones normales unas 1.600 Kcalorías pero que ha estado ingiriendo alrededor de las 2.000 durante el invierno. Llega el momento de probarse el bañador y después del proceso anteriormente explicado acaba haciendo una dieta de 700 Kcalorías. Lógicamente va a perder peso de manera notable. Pero, y este es el problema planteado, su cuerpo más temprano o más tarde aprenderá a subsistir con esas 700 Kcalorías, lógicamente durante las semanas que dura el fenómeno de «atascarse», esa persona perderá peso, y esta chica estará bastante contenta. Incluso es posible que llegue al peso que ella deseaba y se vea bien con ese bikini puesto.

Supuestamente hemos tenido éxito y todo funciona tan bien que empiezas a contárselo a todo tu entorno de manera tan positiva que incluso alguna persona esté tentada en imitarte.

No obstante, analicemos un poco más detenidamente lo que pasado. Chica que gastaba 1600 Kcal. se sacrifica y come 700 Kcal. con una pérdida de peso X. Si vemos el tipo de tejido que ha sido el que se ha perdido observaremos que por supuesto ha perdido grasa, pero también ha perdido masa muscular que consume de por si notables calorías y que ha de intentar ser eliminada por parte de nuestro propio cuerpo para poder adaptar ese organismo a gastar las 700 Kcal. y conseguir el nivel de equilibrio o «atasco» y no perder más peso. Pero cuando este proceso se detiene lo que ha ocurrido es que si antes gastaba 1600 Kcal ahora es posible que gaste en el entorno de las 700 Kcal que come… y esto es un verdadero desastre.

Por qué es tan malo? Porque a no ser que tengas la capacidad física y psicológica de soportar comer esas 700 Kcalorías indefinidamente, cuando vuelvas a comer las 2.000 Kcal que antes consumías tu cuerpo estará gastando sólo esas 700 Kcal…. Lo que quiere decir que puedes recuperar el peso que antes tenías con mucha más rapidez con el que lo has perdido y lo que es peor, superarlo hasta que tu organismo se adapte a gastar más porque comes más, cosa que afortunadamente SI hará a su vez.

Pero las desgracias no paran ahí… el tejido que se perdió era parte grasa y parte músculo, pero el que se recupera? En su mayor parte grasa debido a esa inactividad física y porque el músculo no es tan necesario. Lo que es peor incluso ya que provoca varios problemas a corto/medio plazo.

En definitiva, nos encontramos con que esa chica del ejemplo puede pesar cuando termine el verano con más peso del que lo empezó y con más nivel de grasa y menos de músculo… Y ya tenemos explicado el efecto Yo-Yo… y el desastre año tras año de realizar esto podemos verlo si en nuestro entorno hay personas que realicen este tipo de acciones.

Qué es lo ideal para que esto no pase? Hacer las cosas sin prisas, con ejercicio y no abandonando nunca ni en invierno ni en verano… Pero esto, es otro cantar…

 

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