El pecho femenino; un atractivo lastre?

El ejercicio y el pecho de la mujer han tenido una relación difícil y poco comprendida. Muchos malentendidos y pocas cosas claras en un tema que preocupa sin duda a casi todas las mujeres a partir de la veintena de años. Un problema a tratar desde diferentes puntos de vista, cómo mejorar su aspecto con el ejercicio, es esto posible?

Mucho se cuenta de esta parte femenina, las mujeres saben que el tamaño y forma de su busto es algo muy importante cuando quieren impresionar a un hombre. Tal vez, por razones evolutivas, tal vez por una memoria desde bebé, tal vez por simple estética esta parte corporal es una de las que mayor atractivo tiene para el sexo masculino. Qué puede hacer el ejercicio para mejorar el aspecto de esta parte?Para responder a esta pregunta hay que conocer un poco mejor de qué está compuesta esta parte de la anatomía femenina. El pecho femenino es en realidad una formación mamaria que tiene como finalidad poder amamantar al bebé, cuya gestación provoca que la mama, un tejido especial que permanece esperando esa señal, crezca de manera que desarrolle partes que permanecen normalmente inactivas para la producción de leche materna. Por ello, la mama está compuesta de un órgano que permanece inalterable en cuanto al tamaño tras el desarrollo de la adolescencia, junto con la grasa que allí se acumula da una forma al pecho que permanece inalterable hasta que la piel va cediendo con la edad al empuje de la gravedad. Si por otra parte has sido madre, el sobredesarrollo de la mama normalmente hace que la turgencia tras cesar de mamar aumente así como su forma varie hasta un aspecto más “vacio” el tiempo va recuperando parte de la forma original, pero probablemente la gravedad trabaje más rápido desde este momento.

Qué podemos hacer? Como hemos visto hasta ahora toda esa masa corporal no es más que el tejido mamario y la grasa que está depositada en el seno. Tejidos que no responden bien al ejercicio para aumentar su tono. Pero debajo de todo esto, sigue alli el pectoral mayor, en la misma forma y posición que en el hombre. Y si el tono de este músculo es nulo, también ayudará a que el aspecto caído aumente. Por lo que en este caso teneos cierto margen de mejora gracias a que podemos proporcionarle un aumento del tono muscular de este músculo donde se apoyan y asientan los otros tejidos. Gracias a esto podemos tener cierta recuperación de la tonicidad y de una leve elevación del seno.

Los ejercicios más interesantes son varios, el press de banca ya sea con barra o con mancuernas, el press inclinado, las aperturas o el pullover parecen casi básicos para proporcionar un entrenamiento adecuado para esta parte de la anatomía corporal. Pero hay que puntualizar que aparte de aumentar el tono muscular y devolver a la posición erguida de estos músculos, como hemos mencionado anteriormente poco más podemos hacer por estas glándulas situadas encima de estos músculos.

Otro aspecto a señalar es que el pecho tiene una gran parte de grasa, y el ejercicio poco puede hacer más allá de modificar la cantidad aquí almacenada. En la mayor parte de las veces, las mujeres cuando comienzan a perder grasa en general de todo el cuerpo, también la pierden de esta parte, por ello si el tamaño del pecho es escaso cuando se tiene una gran cantidad de grasa corporal, probablemente se llegará a perder tamaño conforme se pierde grasa de todo el cuerpo.

Probablemente por todo lo que aquí se puede sacar en conclusión sea muy popular las operaciones de aumento de pecho. Fáciles de operar y accesible al bolsillo se han hecho tremendamente populares, a grandes rasgos eso si, hay que señalar que de las dos posibilidades de implante respecto al músculo pectoral, sobre él o debajo de él, si eres deportista y no quieres tener complicaciones en un futuro, lo más aconsejable es que sea encima del músculo pectoral, puesto que de otra manera podrías comprimir el implante al tensar el pectoral y quizás hubiera algún problema por ello. Con el implante sobre el músculo esta situación cambia y el pectoral puede trabajar completamente de manera natural.

Autor: José María García García