«Quiero tener el vientre plano» (I)
Un extenso artículo tratado desde la óptica femenina, dividido en dos partes, dada la cantidad de conceptos y de contenido a tratar. En esta primera parte un vistazo a la comprensión del problema y de la anatomía de la zona en cuestión.
El hecho de que este tema se trate más para hombres que para mujeres es probablemente debido a que esta zona preocupa más para mejorar a los hombres que a las mujeres, claro que ello no tiene nada que ver con el hecho de que sea una parte que les preocupa mucho.Anatómicamente hablando no existe ninguna diferencia entre la musculatura del hombre y la de la mujer, es decir los músculos son exactamente los mismos y están en el mismo sitio. Hay que dejar este punto claro a veces ya que en ocasiones diferencias en la configuración de los huesos, cosa que si existe, se cree trasladado también a la musculatura corporal, nada más lejos de la realidad.
Por ello, los abdominales tan buscados por los hombres, los tenemos todos, hombres y mujeres a pesar de que, para que estos se vean, es necesario tener un porcentaje de grasa muy bajo, cosa que es por naturaleza más probable en un hombre que en una mujer. El porcentaje de grasa que se considera normal en un hombre ronda el 15% y el de una mujer el 25%, como vemos siempre será algo más difícil que se vean en mujeres; pero no imposible.
Para ello es necesario dos cosas obviamente, un buen paquete abdominal, esto es una musculatura con cierto desarrollo y un bajo nivel de grasa corporal.
Muchas mujeres se quejan que su bajo vientre se encuentra especialmente abultado y que, su flacidez es más que evidente a simple vista. Como hemos visto en otros artículos de www.fisicos21.com , la grasa tiende a concentrarse en hombres en la cintura y en las caderas y el culo en las mujeres. Ello no quiere decir que el vientre de las mujeres no tenga también mayor facilidad que el resto del cuerpo, si que la tiene, y dependiendo del modelo somático del cuerpo, puede que incluso más que las otras zonas.
Qué hacemos entonces?
Una vez localizado el problema, tendremos que tener en cuenta que hay un posible factor para explicar el abultamiento del bajo vientre que no es debido a la musculatura o a los depósitos de grasa, en algunas ocasiones se trata de un problema en la flora intestinal, lo que hace que estas vísceras aumenten de volumen, empujando a la pared abdominal hacia fuera. En la gran mayoría de las veces esto se suma al problema muscular junto a la cantidad de grasa acumulada, pero su tratamiento es diferente. Existen preparados farmacéuticos y de herbolarios que están diseñados para tratar este problema.
En cualquier caso, la gran mayoría de las veces este problema es debido a los dos factores que hemos mencionado anteriormente. La falta de tono de la musculatura abdominal y la cantidad de grasa que se acumula en esta zona. Y estas SI tienen una solución deportiva/nutricional (además de un atajo por el quirófano que resuelve menos el problema sin duda alguna).
Antes de nada hay que hacer un recuerdo sobre qué músculos hay que trabajar. En la zona de la cintura existen varios músculos, si hiciéramos un corte paralelo al suelo a la altura del ombligo veríamos una especie de óvalo con varias capas musculares, la primera capa de dentro a fuera se llama transverso, una envuelta muscular que tiene principalmente como objetivo ayudar a la respiración del vaciado especialmente de los pulmones (por la zona abdominal) y dar soporte a las vísceras, podemos notar estos músculos porque son los encargados de “meter barriga” cuando queremos dar la apariencia de estar más delgados. Cuando esta parte muscular tiene un desarrollo pobre o con poco tono junto al resto del paquete abdominal, puede producirse un fenómeno llamado prolapso, que trata sobre el desmoronamiento de las vísceras debido a la falta de sujeción de esta musculatura.
La segunda capa la veríamos más gruesa por los laterales del óvalo, son los Oblicuos; músculos que son muy fuertes y que proporcionan gran parte del esfuerzo del cuerpo para mantenerse erguido, para girarse o para soportar al cuerpo recto cuando llevamos alguna carga.
La tercera capa, la más superficial por delante y por detrás, se conforma por dos tipos de músculos diferentes. Por la zona anterior tenemos al recto abdominal divido en dos por una línea de tejido conjuntivo (de tipo tendinoso) que corre perpendicularmente al suelo, la línea alba, que separa en dos a este músculo, siendo a su vez “encordado” por las aponeuresis del abdomen, lo que conforman los típicos “cuadraditos” que son tan buscados por todos, la función principal es mantener la postura y son los encargados de hacer encoger al tronco, dado que tienen como origen la parte inferior del estermón y zona inferior del último par de costillas flotantes. En la parte posterior existen dos grandes masas musculares en forma de círculo a ambos lados de los huesos de la columna vertebral los músculos paravertebrales que dan soporte a la columna y posibilitan un soporte fuerte y maleable para esta zona, verdadero eje del cuerpo. Son los que levantan al tronco o lo colocan erecto.
Los músculos que nos preocupan más en esta parte corporal del vientre, son los que hemos llamado recto abdominal. Como hemos visto, están involucrados en mantener la postura, o en doblar hacia delante al cuerpo, visto su origen e inserción.
Por lo tanto tendremos que realizar ejercicios que impliquen directamente a esta zona, es decir, hacer los famosos ejercicios abdominales. Aunque a veces, resulta que no hacemos esos músculos precisamente…
Autor: José María García García