Editorial Agosto 2013; Cultivarse por fuera, pero también por dentro
Paradigma de las excusas cuando alguien ve a un culturista, es hora de dejar claro que para nosotros también es más importante lo que lleves por dentro que lo que muestras por fuera.
Cuantas veces habréis oído esa fras de «si, si muy fuerte si que está pero veremos a ver la inteligencia». Por supuesto, solo un verdadero envidioso del físico de esa persona puede decir tamaña tontería y quedarse satisfecha. Pero lo peor no queda ahí, lo verdaderamente terrible es que hay como un poso, un fondo de verdad en esa frase que en el imaginario colectivo da lugar a un tópico no demostrado pero que está ahí. El que está fuerte es tonto.
Y si no lo eres, tienes la necesidad de demostrarlo cuando eres culturista. Más de una ocasión han bromeado conmigo mismo para no poner ejemplos que no me afecten entre mi círculo de amigos. Por supuesto ya me encargo de ir contra esta sandez procurando expresarme correctamente y utilizando recursos propios de «estados avanzados de consciencia» (como esta misma expresión).
Mi preocupación va en el camino de que muchas veces parece que a algunos culturistas no les viene mal este calificativo contra el que luchamos día a día. Quizás los diferentes sistemas organizativos de la Educación en España no hayan hecho si no empeorar, en general y para todas las personas (no solo culturistas) el nivel educativo haya hecho que la cultura en general parece que disminuye año tras año y eso por supuesto, también afecta al culturista medio como a cualquier otra persona, aunque ya sabemos el agravante que nos cae de manera injusta e injustificada.
Por otra parte la idea de que nos volquemos hacia el cuidado de nuestro cuerpo, no debería de significa el abandono del aspecto mental y no me refiero solo a los conocimientos si no a la construcción como persona. El ir alcanzando metas cualitativas y no solo adquisitivas (difícil meta hoy en día) es sin duda lo verdaderamente importante. El cuerpo es solo un soporte para desarrollar nuestro verdadero yo, el mental, el que nos distingue de los demás y el que realmente dice cómo somos.
El culturismo como cualquier otra actividad puede hacer que descuidemos este sentido de la educación, en el terreno de la mejora como persona, pero es a nosotros los que más parecemos ser los señalados, quizás porque en esta sociedad actual está peor valorado el tener un cuerpo envidiable que el poseer otras cuestiones, materiales o no. No por ser injusta esta observación no deja de tener sentido reconocer que es el crecimiento como persona lo que de verdad es la meta principal en el devenir que es nuestro paso por esta vida.
Aprender, no solo de estudiar, no solo de que nos enseñen cosas prácticas, si no en el propio conocimiento de las relaciones entre nosotros, el comportamiento fiel, noble, el aprender a tener palabra, ser respetuoso y educado con los demás, divertirnos sin molestar, ayudar en la medida de lo posible a nuestros semejantes, conocer los problemas para encontrar las soluciones y no ponernos a llorar en balde,etc… Varias son los caminos que son posibles de recorrer para intentar ser mejores personas.
Porque al fin y al cabo, es lo verdaderamente importante en esta vida…
José María García García