Editorial Diciembre 07

sEditorial diciembre 07; El federativo ante los demás.

Pocos testimonios han intentado conocer los motivos por lo que alguien da el paso adelante e intenta aportar su granito de arena al deporte al que ama. Los sentimientos y pensamientos que pasan a veces por la cabeza de este tipo de rol del mundo culturista, representado por mi persona, José María García García.

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EDITORIAL Diciembre 07

Por qué quise entrar en este mundo, el de las asociaciones. Porque veía cosas que creo que se podrían mejorar con trabajo. Realizar campeonatos, mejorarlos, dotarlos de medios modernos, darles un standard de calidad, mejorar los servicios de hoteles, los equipos que formamos territoriales en campeonatos nacionales, el reconocer al culturista como el verdadero objetivo de una asociación, etc… son estas parte de las cosas que me empujaron a meterme en este fregado.

En muchas ocasiones he hablado intentando modificar alguna cuestión relativa a cómo a veces nos ven, desde el resto de las sociedad, a nosotros los culturistas. Muchas veces he denostado actuaciones como las de ir con aires de superioridad entre los demás, con actitudes de ir perdonando la vida o con unas ganas de hacerse notar que solo te pueden calificar como un ególatra empedernido. Bien sabe Dios que estas cosas me matan, y muchas veces incluso, he llegado el plantearme si no merece más la pena, dejarlo todo, levantarme e irme. Cerca he estado en más de una ocasión. Las rencillas, rencores, enfrentamientos y algunas otras malas acciones que se dan en la vida política, aunque sea solo a nivel deportivo, muchas veces dejan pasar las ganas y te desalientan.

Toda esta reflexión la tuve que realizar cuando comenzaba en este mundo y vi lo que se venía encima. Nada mucho más diferente de lo que en otros aspectos de la vida, especialmente en los negocios, en la empresa de uno, o con tu jefe, te puedes encontrar. Tuve que hacer una difícil elección: sentía amor por este deporte, como muchos, supongo; tenía ganas y fuerzas para intentar cambiarlo, como bastantes; sentía que tenía que hacerlo “desde dentro” de las organizaciones existentes, como algunos; y había adquirido la paciencia y la diplomacia para, en algunas ocasiones encajar cosas que no me gustaban con el objetivo de mejorar la globalidad del deporte, como pocos.

En suma, hice un ejercicio de visualización y de sopesar pros y contras de esta situación. Muchas veces en la vida nos vemos en una encrucijada en la que debemos dar una elección como válida y responder por ella. Afortunadamente, he conseguido en estos diez años como dirigente tener una valoración positiva, ya sea desde el primero, como delegado de la provincia de Huelva, hasta el actual en mi doble vertiente como presidente de la Andaluza de Fisicoculturismo y a la vez, vicepresidente de la española. Mi grado de adhesión, si no inquebrantable ha sido, a mi juicio, perseverante y por ello he conseguido metas, poco a poco que me parecían imposibles, y las que persigo aún me motivan más aún para seguir en esta labor.

En la vertiente negativa varias son los momentos para recordar, desgraciadamente. En la situación en que los dirigentes nos encontramos muchas veces vemos como los atletas suelen tenernos en frente, pensando que vamos contra ellos. Supongo que la tensión de la competición, el hambre y el stress subsiguiente pueden derivar en esa pequeña paranoia transitoria que suelen tener algunos. Las más de las veces cuando pasa el tiempo, o se enquistan o simplemente desaparecen.
Siguiendo con la parte fea. He visto reacciones antideportivas, de las cosas más desagradables puesto que ya no solo a ti, te puede dar vergüenza ajena, es que en mi caso es más por el público que asiste atónito que a lo que el competidor pueda sentir. Tirar trofeos en el escenario, discutir con el presidente del jurado, irse en medio de la entrega de trofeos, quitarse las medallas de mala manera, amedrentar a los jueces con la mirada, etc… Cosas que, si no fuera por su aspecto público no tendrían porque tener una trascendencia más allá del comportamiento equívoco del atleta. Afortunadamente estos hechos se dan muy puntualmente, y suelen ser la excepción que en todos los deportes suele ocurrir.

Muchas son las ocasiones de todo lo contrario, que conoces a personas que merecen la pena, personas que pueden o no ganar, quedar bien pero que como calidad humana dejan atrás el trofeo o la medalla conseguida. Aunque desgraciadamente también existe lo contrario, el que a pesar de que has intentado ayudar sigue en su rincón del mundo, pensando que todos vamos contra él.

A pesar de todo esto veo que sigo teniendo hoy por hoy fuerzas para seguir adelante, y si las más de las veces no contara con la aprobación de la mayoría de personas con las que suelo atender, me plantearía irme y dejar de ocupar mi tiempo en estos menesteres. Con estas letras no quiero si no, dar a conocer a todos los culturistas que me conoceis o que leeis esta web, un testimonio que pocas veces he visto en algún sitio. La motivación que un culturista tiene para luchar por el deporte.

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