Editorial Noviembre; Cómo llegar a ser juez
EDITORIAL Noviembre . Cómo llegar a ser juez.
Cuando estoy en un campeonato muchas veces ocurre que me preguntan cómo llega uno a ser juez. Algunos piensan que solo se puede ser un buen juez si eres un buen competidor, o si al menos, has competidor en alguna ocasión. Por mi experiencia os diré que la mayor parte de las veces, como es lo lógico, no tiene absolutamente nada que ver. Tú puedes ser el mejor o el peor de los competidores y eso no significa de ninguna manera que seas por ello mejor o peor juez. Las aptitudes para ser un buen juez (observación, volumetría, sentido estético y armónico, etc…) nada o poco tienen que ver con las de ser un buen competidor ( buena genética, gran voluntad de trabajo, disciplina en la dieta, etc…), por ello resulta absurdo querer igualar estas dos funciones tan diferentes.
Os hablaré de lo que más cerca tengo, la territorial andaluza de IFBB. Si alguien quiere ser juez, generalmente suele preguntar a un conocido que sea cercano a la asociación andaluza, además de ese acercamiento existe el que llega cuando todos los años se abre el registro para el curso de juez que, desde el 2002, se realiza en una localidad próxima a Sevilla un sábado de febrero. El curso en si, no es más que una puesta al día de las normas que rigen en nuestro deporte. Casi todos los años se producen modificaciones ya sean en número alto y bajo, y es completamente necesario que los jueces en activo y especialmente los que van a proceder a ingresar como jueces.
Tras ello se abre una charla acerca de las directrices que debemos seguir en los campeonatos y que para hacerlo más claramente es dirigido por el presidente del Comité de Jueces ayudado por el presidente de la territorial. En ocasiones se establecen debates acerca de las diferentes maneras en que puntúa. Con ello se logra que las clasificaciones sean cada vez más unitarias, algo que es necesario no para tener claro entre los jueces lo que se debe de buscar, si no poder transmitir correctamente ese sentido a los competidores y entrenadores, los cuales, por cierto están invitados como oyentes a este curso.
Una vez terminada esta puesta en común, empieza lo que es en sí el curso de juez, se determinan los procesos y normas a seguir para poder sacar adelante una competición con las diferentes reglas que asisten a ese desarrollo y por otro lado establecer las diferentes cualidades que hay que buscar en un físico. Este curso se realiza en unas horas, entre las cuales, hay un descanso además de un momento para la aclaración de las posibles dudas que surjan. A partir de ahí ya se ha realizado una parte del proceso.
Posteriormente en un campeonato a elección del aspirante a juez, se realiza una examen práctico y teórico de la materia que previamente se ha entregado en forma de libro de normas. El proceso no termina aquí, puesto que si todo ha ido correctamente, se le pedirá que acuda de juez en prácticas al menos a dos competiciones de las que forman parte del calendario de competiciones de IFBB Andalucía. Con ello conseguimos que por fin la persona que va a proceder a ser juez tenga una experiencia previa en la que se gana la confianza y una cierta práctica con el hecho de juzgar. Todo este proceso se efectua durante todo un año, desde que realiza el curso en febrero hasta que finalmente obtiene el título, en febrero del año siguiente, tras un curso, dos exámenes, varias actuaciones como juez en prácticas y algunas puestas en común en charlas tras los campeonatos.
Un proceso que puede parecer largo, pero que, en nuestra asociación creemos necesaria para que una persona esté perfectamente cualificada para poder actuar como juez, en un deporte tan subjetivo y con tantas apreciaciones personales que si no se ponen en común, pueden obtener resultados dispares que no traen más que confusión entre todos los que componemos la comunidad culturista competitiva.