Lo importante a la hora de decidir

Lo importante a la hora de juzgar

Una visión que justifica el cambio efectuado ahora mismo en las competiciones culturistas de todo el mundo. Un riguroso texto que juzga el por qué y cómo a la hora de plasmar en puntuaciones la filosofía del culturismo. El de mejorar tu físico.

REFLEXIONES DE UN CULTURISTA
“A LA HORA DE DECIDIR”
Voy a intentar abordar un tema que yo entiendo que es importante, no, no, es primordial, es básico. El análisis de cómo se juzga en nuestro deporte. Algo de lo que nunca he leído más de un párrafo en textos oficiales y que, por más exámenes de juez que hice en su día, nunca se me dio por escrito.
Evidentemente todo lo que aquí voy a expresar es simplemente mi opinión, esto es, no es ley. Lo que como siempre quiero, es dar paso a la controversia, la discusión razonada de cuestiones.
Empezaré con la presentación, es decir el marco con el que nos encontramos a la hora de ver el campeonato. La división entre semifinales y finales; todos sabemos que existen dos puntuaciones, una para cada una de estas dos, pues bien yo propongo definitivamente que en campeonatos de una sola jornada se eliminen estas dos puntuaciones, más si cabe, cuando todos los que como jueces hemos ejercido, sabemos que en el 100% de los caso vamos a repetir las puntuaciones. Algo, que es lógico, si pensamos que en la mayoría de los casos solo han transcurrido una o dos horas desde la semifinal. No considero pues razonable dilatar la labor de los estadísticos con unas puntuaciones que son clónicas de las anteriores, lo que repercutirá en la mayor agilidad en la competición acortando su duración.
Por supuesto, muchos competidores objetarán que dos ocasiones son mejores para darse cuenta de las cosas que solo una, estoy de acuerdo (es más y esto me lleva a la segunda proposición que quisiera comenta; sé que he dicho que hay que juzgar una sola vez y esto entra en contradicción aparente con estar de acuerdo con lo que dirían los competidores, la solución pasaría por dividir los rounds de poses obligatorias en dos, como los profesionales. Cómo? Muy sencillo, dando la importancia que se merece a las poses de simetría, que generalmente no se les da el valor que deberían tener. Aún más, estoy seguro que algunos no saben ni tan siquiera de que poses estoy hablando, de las cuatro caras del cuerpo en semirelajado que en muchos campeonatos ni tan siquiera se realizan o si lo hacen es solo al principio del campeonato.
Esas cuatro poses que son las que se emplean en fitness femenino tienen, en fisicoculturismo una pobre ejecución y un escaso, en la mayoría de los casos, valor a la hora de juzgar a los físicos que observamos. Los mismos competidores no se esfuerzan en dar lo mejor de sí en estas cuatro poses. Todos sabemos que a la hora de juzgar, la muscularidad es lo que más nos distingue como culturistas, pero no debemos pasar por alto la simetría, la proporción siendo estas poses las que mejor nos pueden dar idea de estas valoraciones. Por tanto, yo les daría una puntuación aparte sumando a la de muscularidad su valor para sacar la puntuación definitiva. Esto a su vez, implica el uso de comparaciones entre atletas en este round. Por supuesto que no se alarmen los atletas que los criterios de puntuación serían culturistas . Como siempre ha ocurrido en los profesionales y nadie se le ha ocurrido pensar otra cosa.
Esto no es algo nuevo, es simplemente utilizar los mismos medios para los profesionales que para los amateurs, para que “a la hora de decidir” tengamos los mejores datos del físico disponibles. Como consecuencia se daría mayor valor al cuerpo completo que a la cantidad de músculo mal repartido o a la excesiva definición muscular en contrapartida a físicos más armónicos y más trabajados en el gimnasio.
Que es lo mas importante
Este último párrafo da pie a la siguiente y más polémica y a la misma vez básica cuestión: Qué es lo más importante para juzgar un físico hoy en día.
Nuestro deporte no va bien enfocado. Corre a un lugar donde tal vez no podamos regresar. Le ocurrió al Culturismo femenino. Puede que pase al masculino.
Vamos a hacer memoria. Lo que los culturistas hemos sido siempre. Los atletas más grandes de todos los que componemos la comunidad de deportistas. Cuando hablamos de grandes nos referimos, claro está, al tamaño muscular. De tal manera que al principio de las competiciones de Culturismo, allá por los años 30,40 y 50 los que ganaban eran los que mayor cantidad de músculos poseían dentro de una definición “normal”, hemos leído como atletas como VINCE GIRONDA eran penalizados por excesiva definición muscular, lo que hoy nos lleva a sonreir al ver sus fotografías.
Cuando el tamaño se generalizó más o menos en los 50-60-70 las proporciones comenzaron a tener su importancia, entonces articulaciones como las de JOHN GRIMEK y cinturas anchas dejaban de tener su valor y físicos del estilo de STEVE REEVES que en los 40 y 50 no tuvieron mucho éxito dejaron paso a masas musculares enormes pero con formas más proporcionadas; REG PARK, BILL PEARL, LARRY SCOTT, SERGIO OLIVA; ARNOLD SCHWARZENEGGER todos ellos eran enormes pero tenían en común que eran proporcionados y a su vez como el mismo ARNOLD habían llegado a perder campeonatos por falta de esa cualidad (los famosos gemelos de ARNOLD , o cuando perdió contra otro de los grandes: FRANK ZANE).
El siguiente estadio de prioridad a la hora de decidir el ganador fue la definición, a todo esto hay que dejar claro que los culturistas no dejaron de crecer en tamaño muscular llegando a los 100 kilos en sus mejores exponentes. Llegó la Definición, llegó RICH GASPARI, y LEE HANEY logró derrotarle gracias a una conjunción de tamaño muscular y proporción que RICH no poseía, pero fue él quien puso de moda la definición exquisita de músculos con estriaciones; estableciendo lo que entendemos por sequedad a la hora de competir. Hasta ahora el Culturismo crecía y crecía en calidad, cantidad y estética; ya habíamos llegado a las tres grandes virtudes de un físico en Culturismo.
Y llegamos a los 90 y PUF empezamos a perder los papeles, al menos bajo mi punto de vista. Un prometedor, y al menos al comienzo, continuador del esplendor DORIAN YATES reinaba y de pronto los atletas ya no pesaban 100 kilos sino 125 y que ocurrió, pues que este señor tenía una cintura medida en la FIBO española, a mediados de los noventa, de 155 cms. y ya no gustaba tanto. Habíamos perdido lo que nunca debimos perder; la estética. Las competiciones antes atiborradas de atletas comenzaron a decaer y algunas ya no se celebraban. No estoy culpando de ello a este señor, es evidente que él competía con el físico que los JUECES querían que ganara, y otros como VINCE TAYLOR, que cuando LEE HANEY se retiró, era el otro gran aspirante el MR. OLIMPIA; ya ni tan siquiera entraban en los seis primeros. Comenzó la locura del tamaño a cualquier precio; desaparecieron los abdominales de la lista de músculos a juzgar; esa pose se limitaba a sacar el estomago hacia delante y mover las enormes piernas. Después de los abdominales empezaron a caer los cortes y aquellos que los llevaban tenían las cuencas de los ojos amarillas, tuvieron que improvisarse controles de diuréticos, murieron algunos y eso alarmó a los dirigentes que en lugar de cambiar los métodos de juicio los fomentaron. Vinieron después el Synthol y las drogas para aguantar los dolores, los implantes también estaban ahí,( y no me refiero a los de las mujeres en el pecho), las Colonstemías se hicieron comunes y ver a un culturista haciendo footing pasó al campo de la ciencia ficción.
Y mientras tanto qué ocurría en las competiciones españolas, pues un reflejo de lo que ocurría en el profesionalismo. Salvo que aquí por cuestiones económicas no se hacen controles de diuréticos, y lo que ocurre es más triste. Atletas que más que nada se la jugaban, ganaban a otros mejor desarrollados simplemente porque no querían arriesgarse a tomar otra pastilla. Físicos sin piernas o con grandes carencias de tamaño en algunos otros músculos pero llenos de venas, ganaban a otros que no se habían atrevido a poner su salud en juego. Esto no me parece acertado. La solución pasa por dos medidas: la primera es la adopción un criterio que haga prevalecer cuerpos más armónicos y muy bien definidos sobre otros deshidratados y sin piel pero que tengan carencias en cuanto a proporciones musculares. Es decir, no premiar tanto al punto de competición sino al trabajo general efectuado todo el año. Por ejemplo entre dos físicos parecidos en tamaño, pero uno ultradefinido a tope y venoso, pero sin femorales o sin gemelos y otro no tan vascularizado pero con femoral marcado y buenos gemelos, hombros posteriores etc… este a mi pensar debería ganar al otro y con claridad.
El segundo criterio a aplicar sería la falta de separación muscular que hoy día se da en demasía. Físicos con enormes estomagos producto de la insulina y la hormona del crecimiento, además de diuréticos, que a su vez, no hacen dieta constantemente, crean venas y piel fina sin relieves ni cortes, evidenciándose, una falta de separación muscular que en su silueta se adivina, apreciándose en las poses de simetría que antes defendí. Bajo mi prisma se debería premiar físicos sino tan grandes o hinchados, si más simétricos, más dinámicos. Deberíamos de aplicar la palabra Equilibrado como utilizamos la de seco, rajado o definido; sería un síntoma de que algo estuviera cambiando.
Es evidente que esto que he querido compartir no serviría de nada sino se pusiese en práctica a la hora de puntuar en competiciones y eso si, por una vez debería de haber comunicados a los atletas informándose de los acuerdos que se tengan y por primera vez que estos tengan una idea, al principio confusa seguramente, pero una idea al fin y al cabo de “que es lo importante”a la hora de decidir”.

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