Suprimir la producción de GH puede prevenir cáncer y diabetes

dLa supresión de la hormona del crecimiento puede rechazar el cáncer y la diabetes

Sale a la luz un estudio que demuestra un camino para suprimir estas dos enfermedades de las que afectan a la humanidad en mayor medidad.

 

dUn estudio sobre una determinada población con una mutación genética que cierra los receptores a la Hormona del Crecimiento descubre que ellos casi nunca tienen cáncer o diabetes, lo que sugiere un efecto adverso para las personas que tomen la hormona como por ejemplo en un tratamiento antienvejecimiento.

Cualquiera que busque la fuente de la juventud debería pensárselo dos veces antes de elegir la Hormona del Crecimiento , una moda creciente en los tratamientos de medicina antienvejecimiento. Si las conclusiones del estudio sobre una rara población que vive en Ecuador se ratifican, menos hormona del crecimiento (no más cantidad) quizás pueda ayudar a prevenir el cáncer y la diabetes en edades avanzadas.

El descubrimiento publicado el miércoles en el diario Science Translational Medicine, respalda que una anterior investigación muestra que hongos, moscas y roedores viven más (en algunas especies incluso 10 veces más) cuando estas crecen más lentamente.

“Hay mucha gente tomando hormona del crecimiento para luchar contra la edad,” dijo el Dr. Nir Barzilai, un investigador del Albert Einstein College of Medicine de Nueva York, quien no no ha estado involucrado en la investigación. “La cuestión es si, vivirás más tiempo y más sano? Creo que estos estudios sugieren que quizás no.”

El descubrimiento se basó en un grupo amplio de sujetos que viven en los Andes (Ecuador), muchos de los cuales comparten una mutación genética que cierra los receptores a la hormona del crecimiento humana. La hormona ayudar a regular el metabolismo de todo el cuerpo y la manera en que las células cambian cuando envejecen.

La mutación, llamada E180, es una de varias que causan el síndrome de Laron, un desorden que alteran el crecimiento después del nacimiento a un 50% de la población afectada.

Los efectos más evidentes de este desorden son negativos, dijo el coautor del estudio el Dr. Jaime Guevara-Aguirre del Instituto de Endocrinología, Metabolismo y Reproducción de Quito, Ecuador. Estos incluyen la baja estatura (la gente afectada por Laron crece tan solo entre 75 cms y 1 metro) y una alta mortalidad infantil.d

No obstante Guevara-Aguirre, quien trata a pacientes de Laron, vio un lado positivo también: Virtualmente ninguno de ellos tienen cáncer o diabetes.

Él eventualmente unió fuerzas con el autor del estudio Valter Longo, un biólogo USC que investiga el envejecimiento. El equipo de Longo ha estado observando hongos y ratones que también adolecen de los genes del crecimiento. Ambos organismos tenían la mitad del tamaño normal; los hongos vivieron tres veces más que lo normal y los ratones vivieron un 40% más.

El equipo de Longo ha descubierto que las células de los hongos y ratones mutantes estaban protegidas contra el daño al ADN. Los pacientes del Laron proporcionaron una oportunidad para ver si el mismo caso sucedía en humanos.

Los investigadores recopilaron historias clínicas de 99 pacientes con más de diez años y las estadísticas de muerte de 53 otros ecuatorianos con Laron que murieron antes de que Guevara-Aguirre empezase su estudio en los 80s. Ellos recopilaron también datos de más de 1600 parientes de estos no afectados.

Habían 30 muertes en el grupo del Laron: ocho de enfermedad cardiaca, uno de accidente y 21 por causas no relacionadas con la edad, incluyendo un número inusual de desordenes convulsivos, accidentes o temas relacionados con el alcohol.

Solo una persona tuvo cáncer. Ella además no murió de ello. El cáncer fue la causa de un 20% de las muertes de los que no tenían Laron.

Ninguno de ellos (del grupo de Laron) tuvieron diabetes, aunque el 21 de los pacientes de Laron eran obesos. La diabetes causó el 5% de las muertes de sus parientes.

El equipo tomó muestras de suero de los pacientes del Laron y de sus familiares que no la padecían y las añadieron a células humanas. Ellos descubrieron que el suero de los pacientes de Laron protegía al ADN de las roturas que podían contribuir al cáncer. El suero de sus familiares no afectados no lo hizo.

El suero de Laron también promovió un caso de suicidio entre las células dañadas. Esto, dicho por Longo, debía proteger contra el cáncer acabando con las céluas que se vuelven dañinas.

“Los resultados son casi tan claros como lo quieras ver,” dijo Andrzej Bartke de la Southern Illinois University School of Medicine en Springfield, Illinois, quien ha visto resultados similares en sus trabajos sobre el envejecimiento en ratones.

Expertos han dicho que el estudio siembre la duda sobre el uso de la hormona del crecimiento humana para combatir el envejecimiento. Aunque el tratamiento ha mostrado aumentar la masa muscular, los doctores se preocupan por si quizás pueda aumentar el riesgro de cáncer y de diabetes.

El dr. Thomas Perls, un profesor de medicina y geriatría en la Universidad de Boston y un crítico de la industria de la hormona del crecimiento, dijo que el estudio demostraba “aún más evidentes evidencias de que la hormona del crecimiento hace lo contrario de lo que los  comerciantes y la industria antienvejecimiento prometen.” Él no está relacionado con el estudio.d

En 2009, los americanos gastaron 1.350 millones de dólares en tratamientos de hormona del crecimiento, completando 431,000 recetas, de acuerdo con la información de la compañía IMS Health sobre cuidados de salud y consultoria.

Longo dijo que el estudio debe dirigir hacia sustancias que supriman la hormona del crecimiento para prevenir muchas enfermdades del envejecimiento, del modo en que algunas sustancias son usadas para bajar el colesterol y prevenir las enfermedades cardiacas.

La meta de tal prevención no sería vivir más, sino vivir sin enfermedades tanto tiempo como fuera posible, afirmó.

“Estos ratones y los pacientes de Laron no parecen tener condiciones crónicas ,” añadió. “Ellos viven más tiempo, para luego morir.”

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