El IMC inútil para deportistas anaeróbicos
Una de las nuevas modas que algunos médicos y tiendas de pérdida de peso han introducido en la sociedad para vender dietas y hacer conscientes a la población de que han de preocuparse por su peso.
El índice IMC inútil para deportistas anaeróbicos
| Clasificación | IMC (kg/m2) | |
| Valores principales | Valores adicionales | |
| Infrapeso | <18,50 | <18,50 |
| Delgadez severa | <16,00 | <16,00 |
| Delgadez moderada | 16,00 – 16,99 | 16,00 – 16,99 |
| Delgadez aceptable | 17,00 – 18,49 | 17,00 – 18,49 |
| Normal | 18.5 – 24,99 | 18.5 – 22,99 |
| 23,00 – 24,99 | ||
| Sobrepeso | ≥25,00 | ≥25,00 |
| Preobeso | 25,00 – 29,99 | 25,00 – 27,49 |
| 27,50 – 29,99 | ||
| Obeso | ≥30,00 | ≥30,00 |
| Obeso tipo I | 30,00 – 34,99 | 30,00 – 32,49 |
| 32,50 – 34,99 | ||
| Obeso tipo II | 35,00 – 39,99 | 35,00 – 37,49 |
| 37,50 – 39,99 | ||
| Obeso tipo III | ≥40,00 | ≥40,00 |
El IMC inútil para deportistas
Supongo que muchos habréis oído hablar del IMC o Índice de Masa Corporal, una fórmula en la que muchos endocrinos quieren han basado su preocupación en el creciente sobrepeso que existe en las sociedades occidentales como la española. Estas siglas corresponden a una fórmula sencillo y generalista. Se trata de una cifra que resulta de dividir tu peso por tu altura al cuadrado. El resultado es una cifra que según las tablas correspondientes nos indican si estamos o no con un peso adecuado o no.
Supongo que muchos habréis oído hablar del IMC o Índice de Masa Corporal, una fórmula con la que muchos endocrinos quieren clasificar a todas las personas según su peso corporal respecto de si tienen o no un sobrepeso que puede llegar a ser problemático. Todo ello basado en su preocupación por el creciente sobrepeso que existe en las sociedades occidentales como la española. Estas siglas corresponden a una fórmula sencilla y generalista. Se trata de una cifra que resulta de dividir tu peso por tu altura al cuadrado. El resultado es una cifra que según las tablas correspondientes nos indican si estamos o no con un peso adecuado o no.
Como muchas de las fórmulas generalistas tienen sus excepciones ya que no son la verdad absoluta, pero en este caso casi casi ofrecen más problemas que beneficios.
Veamos por que?
Si observamos la tabla lateral y hacemos un breve cálculo de los pesos y medidas de los competidores de culturismo veremos que esta sesuda y completa tabla elaborada por un estadístico belga I. E. L. Quetelet es perfectamente erróneo si queremos aplicar esto a la generalidad de la población.
Hay ciertamente deportistas que encajan en actividades anaeróbicas donde, por lo tanto, su cantidad de masa muscular ha de ser considerablemente mayor que la persona promedio, y por ello estos cálculos son perfectamente inútiles para expresar su presunta obesidad.
Como ejemplo pondremos primero el más claro; un culturista de 1,74 que fuera de competición pese 91 kilos y que en competición dé 81-82 kilos con un 5-6 % de grasa corporal puede tener con esos 9 o 10 kilos más un porcentaje de, como mucho, un 15% de grasa que es perfectamente normal (tirando a bajo) en un adulto masculino. Sin embargo si le aplicamos la famosísima fórmula del IMC nos da un resultado de 31 (OBESO)…
Y no hemos empleado un caso especial… Si nos vamos a un gimnasio normal, medimos y pesamos a la gente el resultado es que el 90% de los que llevan más de 2 años tienen sobrepeso o están obesos según estas celebridades médicas…
Bueno, pudiera ser que solo novaliera para culturistas… Pero podemos echar un vistazo a los pesos y estaturas de los jugadores de balonmano o a los de los deportes de contacto o a los simples corredores de cien metros…Todos tienen peso que van del simple y «preocupante» sobrepeso a estar ya a punto de entrar en lista de espera para la «operación de reducción de estómago» por obesos…. Ni tan siquiera me voy a intentar explicar a los jugadores de rugby, de fútbol americano, lanzadores de atletismo, baloncesto, piragüistas, etc… Simplemente con medir 1, 80 metros y pesar 82 kilos ya eres preobeso…
Desde aquí, además, lanzo la duda de la validez de esta fórmula, ya no para deportistas, si no para trabajadores con actividad pesada, jóvenes mesomorfos y personas con energía y vigor por encima de la media; en suma para cualquier persona que tenga en su composición corporal un grado alto de masa muscular que, de ninguna manera, puede ser igualada a tener problemas con la obesidad, grave y enorme error de esta prueba.
Nos gustaría que la sociedad médica actual tuviera un poco más de uso de la lógica y de la razón para que, llegados a puntos como este, se pocediera a usar un método realmente universal y que la población deportista no tuviera que defenderse de este tipo de arbietrariedades generalistas con poco sentido o que, en todo caso, adviertieran de antemano su inutilidad para los deportistas, al menos, los anaeróbicos…
