Editorial septiembre08; El pesaje
Una de las partes de la competición, sin duda la más desconocida de todas tratada desde el punto de vista práctico. Este es uno de los momentos más importantes de la competición en donde todo ha de ser considerado con respeto y concordia dado su importancia a la hora de la competición. Su problemática va más allá de dar o no el peso o la talla.
El pesaje; primer momento de la competición
Quizás sea la parte de la competición culturista más desconocida de todas. Tal vez porque no sea abierta al público, porque la mayoría de las veces ni tan siquiera se anuncie en los carteles de los campeonatos, porque se realice muchas veces en un lugar diferente al del resto del evento o solo porque en muchas ocasiones los horarios no son respetados por nadie.
Sea por lo que fuere, esta parte de la competición es tomada a la ligera muchas veces por todos los que formamos parte del entorno del culturismo de competición. Sin embargo nada más lejos de la verdad, el pesaje ES COMPETICION. Y como tal debe de ser cumplida respetuosamente todas sus características, normas y horarios.
Llevo varios años asistiendo a pesajes de todo tipo, desde provinciales hasta competiciones mundiales. Y para mi, tanto respeto hay que tener en una como en otra, ya sea por parte de los competidores como de los delegados o jueces.Teniendo esto claro en conciencia podemos imponer y transmitir esta misma sensación a los competidores.
La competición en si misma empieza aquí, como antes mencioné, y por ello es algo más que la simple distribución en pesos y categorías de los competidores, no sólo entregar tu música para tu rutina personal, o de mostrar tus bañadores de competición, tacones y demás ropas, más allá de pesarte o medirte, de identificarte convenientemente con tu licencia y DNI, de determinar si cumples con las normas preceptivas de atuendo o ser advertido de tatuajes y/o malformaciones que afectarán a tu posible clasificación, es el momento en el que empiezas a tener respeto por tus compañeros. Y eso empieza por llegar escrupulosamente a la hora que se ha establecido, por pesarte con el bañador de competición y no con unos slips más o menos fashion, por guardar silencio y ser uno más mientras se llama a las categorías, por ayudar en lo que se pueda al compañero que, nervioso, parece olvidar todo lo necesario…. Muchas veces un buen pesaje es preludio a una buena competición y desde luego, si la camaradería y el respeto nace en esta fase el resto del campeonato no deja de ser un momento de encuentro y de confraternizar los pocos culturistas que somos en esta sociedad. Algún competidor me ha dicho sobre esto que cuando va a competir no quiere saber nada de nadie, yo le respondo que él es libre de hacer lo que quiera, pero que es una pena que conociendo en ese día a gente que tiene la misma pasión que tú, no aproveches para iniciar amistades entre personas que comparten una misma ilusión.
Muchas veces he visto cosas que me indignaban en los pesajes, gente que se pesaba de cualquier manera, que sin ser principiantes se olvidaban del CD, del DNI, del bañador de competición…Cosas que parecen nimiedades pero que su falta altera el curso de un pesaje acertado. Como hechos puntuales puedo destacar un par de faltas que me hacían perder la paciencia, una era el hecho de que la gente no llegaba a la hora establecida, esto hacía que muchos competidores que apuraban su peso para darlo exactamente tenían que esperar a que otros inscritos llegaran dado que para que existiera la categoría hace falta al menos 3 personas. Cuando la persona que llegaba tarde ( y sin avisar) se presentaba era la hora que él consideraba oportuna, mientras su compañero debía de pasarlas “canutas” porque el señor no quiere acudir a su hora…. La segunda falta que no perdono suele ocurrir en los campeonatos tipo Open, y más cuando competían en campeonatos que también tenían categorías regionales o provinciales; en alguna ocasión he tenido que llamar por teléfono a algún competidor que no estaba presente en ese momento porque “era de otro nivel y el pesaje no era para él” o simplemente no quería quitarse la ropa para pesarse como era preceptivo ya que en su categoría no importaban los pesos. Eso acabó cuando estuve ocupando el puesto de presidente del comité de jueces regional de Andalucía y me consta que ya no ocurre nunca a nivel nacional.
Debemos de ser más humildes y comprender que en este deporte todos somos iguales, y no me vale que unos hagan el pesaje y otros no. Ya no por los jueces, que también, si no y sobretodo por sus compañeros a los que se tienen que tener el mayor de los respetos. Nada es más interesante que un buen pesaje, síntoma de una ordenada competición.