Ediorial Agosto; Los culturistas veraniegos

Editorial Agosto; Los culturistas veraniegos

Agosto, media España de vacaciones, Costa del sol, Costa blanca, cantábrico, rías gallegas, Costa de la Luz, maresme, islas, etc… Todas estas playas son testigo de los comportamientos y los diferentes personajes que, alrededor del culturismo, se muestran con más o menos "gloria" o ejemplo. Una llamada de atención sobre nuestra repercusión hacia los demás.

EDITORIAL AGOSTO; Los culturistas veraniegos.

 

Supongo que algunos que me conocen ya saben por donde voy a ir. Es ampliamente conocida mi antipatía por aquellos que, en nombre de nuestro deporte, suelen hacer ostentación interesada de su supuesta figura muscular, acentuando la demostración aún más con atuendos estrafalarios o ante la falta de estos, cuando lo normal es ir vestido, quizás con poca ropa pero vestidos.

 

Ese afán de protagonismo, muchas veces ridiculizado por el hecho de que, además, estos individuos suelen caminar de cierta manera con unos marcados problemas para que descansen sus triceps en el dorsal, lo que es por otra parte ciertamente digno de admiración, puesto que debe de ser cansado mantener varias horas esa ridícula postura. Esta usual estampa, a la peor manera Stalloniana, es una estigmatización más para los culturistas que solemos ser personas que no queremos llamar la atención, más de la que ya por si, llamamos por nuestra musculatura. Tal vez mi falta de necesidad para reafirmar mi personalidad a través de mis músculos, o que no necesito fundamentar mi persona en una apariencia física para sentirme seguro y respetado, sean estos los factores que me impiden congraciarme con los sujetos que si realizan tales actos,  es más, antes al contrario, me molesta bastante observar un elemento de tal calibre por entre mis mediaciones visuales. Agravándose mi pesadumbre si este individuo traspasa su porte desde mi campo visual a mi campo auditivo. Y si ya, tengo la desgracia de oír algún comentario relativo a su actividad en el gimnasio o su altanería en la toma de sustancias, ya no tendré más remedio que intentar desaparecer por allí o tener que abrir la boca en defensa propia, para lanzar una pulla al aire…

 

Circunstancias lamentables aparte, me alegro cuando en un grupo de gente de veintitantos escucho en alguna ocasión, cómo un chico o una chica en forma, debate entre sus oyentes esgrimiendo la forma de vida culturista ( a pesar de que suele llamarle Fitness, claro…), concienciando positivamente de comer de manera adecuada y de entrenar todo el año, no solo a partir de abril/mayo cuando vemos el verano encima, Es la otra cara de la moneda, la positiva, la que no llama la atención si no es fijándote a lo mejor. La que va fijando la normalidad entre los demás. Los que visten con ropa, aunque sea ligera, pero dentro de una normalidad, los que andan como todo el mundo, los que prefieren ir andando por la calle sin que todos DEBAN fijarse en ellos. Esa manera de actuar y pensar que va calando poco a poco, pero que se va instalando entre la gente. Lo que hace que muchos acudan al finalizar el verano al gimnasio con el más firme propósito de aguantar hasta el verano. Por experiencia, es el momento del año en que existe un porcentaje mayor de permanencia entre los socios de un gimnasio especializado.

 

Podemos hacer examen de conciencia e intentar que nuestros movimientos se parezcan más a los dos modelos mostrados anteriormente, es cuestión tuya. Ayúdanos a que el culturismo entre todos sea cada día mostrado de una manera más normal, y si, además eres capaz de llamarte culturista y no identificar el culturismo con la cara molesta de nuestro deporte, mejor que mejor…Es molesto ir de docente por la vida, pero a nosotros no nos queda más remedio.

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