Xisco Serra, Campeón del Mundo IBFA 2011+Crónica
Xisco Serra ha conseguido proclamarse en Roma campeón del mundo IBFA de su categoria, mejor inicio de temporada competitiva imposible. El resto de resultados del equipo español desplazado a Roma también son excelentes.
Los resultados son los siguientes:
– Alice Santos. Subcampeona del mundo
– Joan Gallardo. Bronce
– Roberto Nieto. Subcampeón del mundo.
– Soledad Quiña. Campeona del mundo
– Xisco Serra. Campeón del mundo
“De repente, de vez en cuando, varias personas se aúnan en un solo camino, en una misma voluntad y en un mismo objetivo, y cuando estas personas, poseen una calidad humana bondadosa y noble, se forma lo que se llama, un equipo.
El equipo español, liderado por Xisco Serra y sus atletas Roberto Nieto, Soledad Quiña, Alice Santos y Joan Gallardo partió hacia Roma con el simple y sincero deseo de cuajar una buena actuación, que dignificara el nombre del culturismo español en prácticamente todas sus categorías. Emprendieron un camino con meses de preparación y años de sueños e ilusiones que los dejó a las puertas de la milenaria y encantada ciudad de Roma. El viaje fue como una odisea mitológica, llena de complicaciones que no hicieron más que recargar los ánimos de nuestros competidores. Fue muy bonito ver cómo las sonrisas cómplices se repartían a discreción entre estos gladiadores, los halagos no cesaban en ningún momento y todos dejaban encerrados su cansancio y nervios en la maleta de la habitación. Con ese ambiente, la ciudad de Roma y sus monumentos fueron testigos de excepción de la noche previa al campeonato. Cuando cada uno de ellos dio el bocado de su última cena, la cama los esperaba para darles un cálido abrazo antes de proyectarles sus actuaciones a modo de presagio esa misma noche, sueños, que se cumplirían sólo unas horas más tarde.
Un desayuno digno de legendarias batallas fue el preludio, el principio, el amanecer de un gran día. No había nervios, sólo confianza. El lugar del campeonato no hacía más que avisar de los duros y numerosos contendientes que iban a encontrar, era un bosque precioso a mediodía lleno de especies peligrosas. La primera en salir fue Alice Santos, cuyo físico la llevó en volandas hacia un subcampeonato mundial. Mientras tanto, Soledad Quiña, la princesa del Bodyfitness se preparaba para la que sería su actuación en una competición más larga y costosa de su vida, pero que, sin embargo la acabaría coronando como Campeona del Mundo, Sole, ha sido capaz de reinventarse como deportista, ha pasado de ser una gran atleta a ser una grandiosa competidora, de las que se adueñan del escenario con sólo posar la punta de su tacón. Llegaba el turno de Joan Gallardo, que pisó la arena del coliseo culturista con ganas de tirarlo abajo, no cabían sus rivales en la tarima, por lo que desde el segundo uno tuvo que hacer saber a los jueces que no había llegado hasta ahí simplemente para ver la Fontana di Trevi, de modo que disparó todo su arsenal de poses clásicas para captar el ojo del César, y así debió ser ya que tras la lucha, se colgó el bronce en su primera participación fuera de su amada isla. No se había limpiado las heridas cuando Roberto Nieto subía al escenario sintiéndose ya campeón fuera cual fuera el resultado, compitió como si fuera inmune a los ataques de sus adversarios, con la seguridad del que se sabe invencible, no perdió el campeonato, no, de ninguna manera, ganó un enorme Subcampeonato mundial que quedará para la posteridad.
Una vez que nuestros soldados guardaron las armas, su general, Xisco Serra convertía sus victorias en fuerza para dar el toque de gracia al gran día. Nadie en el Coliseo poseía mejores herramientas ni tenía tanta fuerza como él, un Titán metido a gladiador. Cada paso que daba sobre la tarima era un golpe en el ánimo de sus 18 enemigos. Era campeón desde su primera sonrisa, hasta el César aplaudió su diestra. Apretó como nunca, posó como siempre, y venció de una forma que jamás había hecho y que ya es imposible que olvide en lo que le queda de vida. Una bandera española lo arropó para no mostrar sus cicatrices de guerra y mostrarnos un verdadero Campeón del Mundo inmaculado. Los ojos henchidos de lágrimas y orgullo de sus atletas hacía el que les había enseñado el camino eran ya algo simplemente parte de sus vidas.
Los abrazos finales, sonrisas pétreas y miradas de satisfacción pusieron el broche de oro a tal contienda, fue una travesía difícil hacia un destino épico.
Todos combatieron con un mismo corazón, vencieron como un equipo.”
