Editorial fisicos21.com abril 2016: Si te entreno yo, te haré campeón!
Con la llegada de las competiciones se abre de nuevo una temporada más donde encontraremos una buena cantidad de competidores con diferentes maneras de entender la competición.
Cuantas veces he oído esto… Incluso cuando era competidor lo oí, cuando veía que mis compañeros 
competían también lo escuché, siendo ya preparador de otros lo vi pronunciar incluso delante mía a atletas míos. Y hoy en día lo veo a menudo y quizás más que nunca.
Yo jamás he dicho eso a nadie. Y creo que sinceramente no puedo pensar en decírselo a nadie.
Significa eso que me conformo con ser un preparador mediocre? Qué me resigno a que no puedo hacer a nadie ganar? Evidentemente, no. He tenido, tengo la suerte de tener y espero poder decir que he hecho ganadores a varios de los atletas que han confiado en mi. Simplemente quiero decir que yo no puedo prometer a alguien una cosa que no depende si no es de una palabra: «suerte».
A nadie puede escapar que un campeonato de Culturismo tiene un porcentaje de incertidumbre muy alto. Nadie puede saber el estado físico de las personas que van a aparecer en el escenario hasta el mismo momento de la competición. Nadie puede prever que venga un tipo desconocido con un desarrollo y una estructura prodigiosa y gane al que puede ir de favorito. O simplemente podemos pensar que creemos saber el estado físico de un competidor rival y que éste, finalmente, ha mejorado tanto que no recuerda al de sus últimas apariciones y acaba imponiéndose en un certamen.
Sabes qué pasa? Que entonces no se gana. Aunque te lo hayan repetido tantas veces que para algunos llega a ser una garantía. Aunque te hayan dicho que tomando esto y aquello ( y suele ser que casualmente se lo compras a él), arriesgando tu salud, tomando este o aquel suplemento, metiéndote de todo, comiendo como un pajarito durante semanas…Da igual, no has ganado.
Después de eso viene la «caída». Tocar el suelo con los pies. Lo que puede hacer que seas mejor competidor porque te cercioras de lo mismo que este artículo quiere resaltar o puede hacer todo lo contrario: que salga lo peor de uno mismo. Las descalificaciones, insultos, acusaciones etc.. que algunos lanzan sobre todo lo que tenga relación con el hecho de perder: rivales, jueces, federativos, entrenadores, etc…
Pero en el caso de que tengas la madurez de entender esto, sabrás a partir de ahí que la verdadera meta de una preparación es superarse a si mismo. Tener el mejor aspecto posible. Y esta es la promesa que puedo hacer ( y que no siempre hago) a los que quieran trabajar conmigo. Dar la mejor versión de 
siempre. Tener la posibilidad de subir un peldaño en la construcción de un físico.
Y si eso te hace ser primer clasificado, pues mejor. Y si no lo hace pues qué le vamos a hacer. Ese día se ha presentado alguien que es mejor para este deporte que tú mismo. Sin embargo tú sigues mejorando.
Seguro que hay quienes piensan que este manera de entender el deporte es de fracasados, perdedores o que sé yo qué calificativo. Pues bien, esas palabras me las podéis arrojar sin problema, las asumo. Yo no me creo ser así, pero si otros son felices diciéndoselo a los demás, allá ellos.
Yo quiero que un culturista que yo ayude tenga salud, equilibrio, sentido común, dignidad y autoconfianza. Y sobretodo que parezca físicamente un culturista antes y sobretodo un mes después de competir.
No he entendido nunca cómo alguien puede poner dinero, sufrimiento, tiempo, sacrificio, relaciones sociales, salud etc… y que después de quince días después de la competición no parezcas si no una sombra de lo que una vez fuiste encima del escenario. Yo no quiero para nada ese tipo de preparación y si me pidan que la haga prefiero que se busquen a otro.
Y es que hay dos maneras de preparar un evento:
- Yendo a por todas, importando poco salud, dinero, horas, pareja, hijos, hambre… arriesgando con los líquidos, con sustancias peligrosas, técnicas delicadas que puede que te hagan ser el mejor un día determinado pero que te arruinan el aspecto físico durante ya no días, sino semanas, meses o simplemente hasta la próxima preparación (si la hay, porque puedes quedar desencantado). Colocando a ese campeonato en el centro de tu vida y la meta que justifica todo.
- Haciendo las cosas sin estridencias, poco a poco, sin el todo vale, teniendo el objetivo no sólo en el campeonato próximo, si no en el de la semana siguiente, no arriesgando la salud (al fin y al cabo puede que sea sólo un trofeo lo que te espera), sin pasar sed durante días o semanas, sin ansiedad, con el claro objetivo de que el campeonato sea sólo un paso más a una meta más importante.
Si alguien quiere trabajar conmigo que no espere que le acompañe por el primer camino. Para eso hay muchos y bastante mejores que yo. Si quieres tomar el segundo camino, puedo ser una opción. Afortunadamente hay tanta gente compitiendo que hay de todo en la viña del señor.
Mucha suerte en esta próxima temporada a todos. Seamos culturistas y disfrutemos de nuestro deporte con experiencias y nuevas amistades. Suerte a todos!
José María García García
