Vivimos una situación que parece repetirse todos los días. Docenas y docenas de nuevas incorporaciones a las competiciones de culturismo por toda España.
2015. Más de 90 competiciones en FEFF. Probablemente más de 2000 competidores. Las causas han de ser variadas. La proliferación de eventos que prácticamente se han doblado en unos años por toda España, el renacimiento de regiones que habían desaparecido del culturismo o que surjan nuevas donde nunca ha habido, la nueva generación de federativos que entran con ganas y una mentalidad más acorde con aprovechar el tirón actual de nuestro deporte, la preeminencia de una gran Federación en España por fin, nuevas siglas nacionales e internacionlaes, la inclusión de nuevos formatos competitivos como los circuitos de Verano, las nuevas categorías Men´s Shorts, Men´s Physique y Bikini Fitness (esta ya no tan nueva), las grandes citas comerciales de carácter internacional que se dan en España con el Arnold de Madrid a la cabeza, los medios en redess sociales e internet, las ventas de los productos de suplementación deportiva y las grandes marcas que siguen apostando por nuestro deporte…
En definitiva todo esto ha provocado que las cifras de competiciones y competidores hayan experimentado un auge que no parece tener ningún tipo de igual en el mundo del deporte hoy en día. Aún así no todo el mundo lo contempla como una experiencia positiva. Hay quien ve en la entrada y auge de Men´s Physique un peligro para la filosfía culturista, algo que no comparto aunque entiendo que pueda pensarse así, hay quien observa que todo este auge en el mundo de la competición no parece llegar a todas las regiones por igual con dos grandes ejemplos, Cataluña donde los culturistas escasean y Andalucía donde siguen siendo mayoría absoluta.
Las oportunidades hay que gestionarlas en función de los intereses que determinan varios conceptos. Entre ellos asegurar la perdurabilidad de la esencia del deporte. Y no me refiero a los criterios que han producido distorsiones más o menos permitidas en el desarrollo de los cuerpos, especialmente evidente en los últimos años en los fisicoculturistas o en permitir que atletas oculten sus músculos, como ocurre con los Men´s Physique. La esencia del deporte del culturismo entronca directamente con ese deseo de mejorar estéticamente su cuerpo. Nunca a cualquier precio y nunca de cualquier manera. Por ello no es fácil aunar todos los intereses actuales para que la meta nunca se pierda de vista. Pero hay que saber trabajar en ambos sentidos. Quizás el Men´s Short por un lado y las penalizaciones a ciertos elementos para juzgar en Culturismo sean los instrumentos que, a medio plazo, puedan satisfacer al más exigente de los culturistas acérrimos y sigan atrayendo por otro lado a muchas personas que quieren seguir mejorando su cuerpo con un sentido estético y muscular.
Y es quizás ahí donde el trabajo de los dirigentes en ocasiones no se comprende. Pero inevitablemente ha de gestionarse para el fin último de nuestro deporte. El desarrollo del fisicoculturismo como especialidad y como estilo de vida.
